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Tesis doctoral de la UdL, en colaboración con el IRB y el Hospital Santa María. Dra. Gina Badia

Las personas con trastorno alimentario tienen menos inteligencia emocional

Según una tesis doctoral de la UdL, en colaboración con el IRB y el Hospital Santa María
 

El gráfico muestra las diferencias en IE entre el grupo con TCA y el control

Imagen: Georgina Badía
 
Los pacientes con trastornos de conducta alimentaria (TCA) presentan un peor rendimiento en algunas habilidades de inteligencia emocional (IE) con respecto a las personas sin patología, según afirma una tesis de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lleida (UdL) . El trabajo de la doctora Georgina Badía es el primero a nivel internacional que utiliza test MSCEIT en población clínica de todos los subtipos diagnósticos: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón y trastorno de la conducta alimentaria no especificado. Las dos investigaciones, que forman parte de un estudio longitudinal y otro transversal, han contado con la colaboración del Instituto de Investigación Biomédica (IRBLleida) y el Hospital Santa María.

Badía valoró con el instrumento de Mayer-Salovey la inteligencia emocional de un centenar de pacientes con TCA y un centenar más de personas sin este tipo de trastornos, como grupo control. Al comparar los resultados, ha comprobado que los enfermos presentan una puntuación más baja tanto en el global de IE como en el área estratégica y las dos ramas que la conforman: comprensión y regulación emocional. Son resultados estadísticamente significativos que, además, coinciden con los de otros estudios sobre inteligencia emocional realizados en otras patologías mentales.

La investigación demuestra que las personas con trastornos de conducta alimentaria obtienen resultados más de 10 puntos por debajo respecto al grupo control (VER GRÁFICO). Los que obtienen peor rendimiento son, especialmente, los pacientes con bulimia y trastorno por atracón, sobre todo en el área estratégica y la comprensión emocional. "Esto podría explicar la alexitimia de estas personas, es decir, las deficiencias para entender, procesar o expresar emociones, tanto propias como ajenas, así como un peor ajuste personal y social", explica la doctora. También presentan mayores síntomas de ansiedad y depresión.

Badía apuesta por introducir en la terapia por los trastornos de conducta alimentaria programas específicos basados ​​en el modelo Mayer-Salovey para desarrollar habilidades emocionales, ya que el seguimiento de los pacientes con TCA también ha permitido comprobar que, a pesar de que mejoran la clínica alimentaria de riesgo, los resultados sobre inteligencia emocional se mantienen estables y por debajo de la media. "Las dificultades emocionales llevan a la persona a utilizar las conductas de riesgo para gestionarlas. Tener más estrategias y recursos puede ayudar", apunta. Los resultados de esta investigación están pendientes de publicación.

Información via, Comunicación UdL

Comunicación GSS, 13 de mayo de 2015


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